Muchas niñas con TEA hoy en día NO se diagnostican ya que no se ajustan al estereotipo del autismo y enmascaran los síntomas mejor que los niños al poseer más habilidades de afrontamiento y adaptación.
El costo de ser pasado por alto o diagnosticado tardíamente retrasa la intervención temprana en habilidades sociales, lo que a mediano plazo muchas veces favorece el desarrollo de cuadros depresivos, ansiosos y/o baja autoestima, ya que trabajan tan duro para “encajar” que se produce un gran desgaste emocional.
Es muy importante que las niñas sean identificadas y aceptadas . Esto requerirá más conciencia y sensibilidad por parte de los padres, profesores y especialistas.
Ximena Calbacho Prat
Psicóloga Fundación MiTEA .